Ejercicios Espirituales en Puerto Vallarta, Jalisco
“Los Ejercicios son un don que el Espíritu del Señor ha dado a la Iglesia entera (…) para el crecimiento espiritual de las almas, para su iniciación en la vida de oración y meditación, en este mundo secularizado en el que Dios parece estar ausente” – Papa Benedicto XVI
“Los Ejercicios son un conjunto de meditaciones y oraciones en clima de recogimiento y silencio y sobre todo un particular impulso interior del Espíritu Santo para abrir al alma a la acción de la gracia” – Papa San Juan Pablo II
“Un buen curso de Ejercicios Espirituales contribuye a renovar en quien participa la adhesión incondicional a Cristo y ayuda a entender que la oración es el medio insustituible de unión a Él crucificado (…). Que la práctica de los Ejercicios Espirituales sea difundida, sostenida y valorada” – Papa Francisco
Qué son los Ejercicios Espirituales Ignacianos
Se llama “Ejercicios Espirituales” al retiro de silencio y encierro creado por San Ignacio de Loyola (1491-1556), con la inspiración de Dios, y basado en una serie de meditaciones dadas a modo de itinerario espiritual, que parten de la consideración del fin de nuestra vida, continúan con la consideración del pecado y su purificación con la gracia de Cristo, y culminan con la reforma de vida y determinación a la santidad.
El Retiro también incluye otros “ejercicios espirituales” tales como Misa diaria, Adoración al Santísimo, Rosario, Confesiones, y permite platicar con los Sacerdotes que guían el retiro, a fin de poder aplicarlo a la propia situación particular siguiendo el discernimiento ignaciano.
Dados los numerosos frutos de conversión y santificación manifiestos a lo largo de los siglos siempre estos Retiros Ignacianos han gozado de la máxima estima por parte de los Papas y los santos. Forjado en dicha escuela, el Papa Francisco ha señalado su constante vigencia y fruto para los laicos de hoy día.
Con este espíritu de fidelidad a la tradición espiritual católica y a los principios ignacianos, sin deseos de diluirlos impidiendo su eficacia, los Padres de Miles Christi, especializados en la predicación de los Ejercicios Espirituales, somos testigos de increíbles gracias divinas allí recibidas, y por eso aconsejamos vivamente participar anualmente de una tanda de Ejercicios Espirituales .
Consideramos que no habrá días mejor invertidos que los de los Ejercicios Espirituales. De hecho, San Ignacio, aun siendo el autor de los mismos, no dejaba de invitar y exhortar a los laicos de cualquier condición a que los practiquen.
Y recomendamos vivirlos cada año, porque cada año necesitamos un “chequeo del alma”. Si los médicos nos recomiendan muy periódicos chequeos de nuestro cuerpo, ¿cómo no hacer los del alma, más valiosa que el mismo cuerpo? Más aún en nuestros días, en los que el trajín del mundo nos lleva a olvidarnos de lo más importante en esta vida, que es la salvación eterna, Dios se nos revela por este medio tan eficaz de los Ejercicios, y con amor de solicitud toca nuestra alma como testimonió el profeta Oseas: “Ahora Yo la voy a conquistar, la llevaré al desierto y allí le hablaré a su corazón” (Os 2,16).
¿Podré yo guardar el silencio?
Pregunta que suelen hacernos, particularmente las mujeres: “Me cuesta mucho evitar platicar. ¿Podré yo guardar el silencio?”
Respuesta: Sí, podré. Muchas pudieron y Dios nos asiste. Además, vale la pena aclarar que retiro “de silencio” no quiere decir que quien lo haga ingrese en un lugar tipo monasterio en donde tenga que estar a solas durante varios días, encerrado entre unas paredes, sin la compañía de otros, sin itinerario, sin recibir pláticas espirituales. Silencio por tanto significa tres cosas: silencio con el mundo que dejamos al entrar al retiro, silencio con los otros que están también haciendo el retiro para meternos más en nosotros mismos, silencio interior tan necesario para afinar el oído a la voz de un Dios que me ha traído al retiro porque quiere hablar de Su Amor a mi corazón. Asimismo, las mismas temáticas presentadas por los Sacerdotes a lo largo del retiro llevan a una profunda reflexión, a un meterse en uno mismo, a pensar en cosas realmente importantes para mi vida y para mi felicidad. Por tanto, todo ayuda naturalmente a conservar y apreciar ese silencio rico en interioridad y en frutos. De hecho, la experiencia indica que personas muy platicadoras, en los Ejercicios, han podido guardar ese silencio tan esencial para San Ignacio. ¡Experiméntelo Ud. mismo!
Si quiere saber más de este rico tesoro de la Iglesia, que en nuestra experiencia ayuda a renovar nuestras almas, llámenos al +52 1 33 1669 5911.